jueves, 4 de diciembre de 2014

El buen sabor es una condición irrenunciable



El buen sabor es una condición irrenunciable



El pan con chicharrón podría ser una alegoría bastante fiel de que el buen sabor es para los peruanos una condición irrenunciable a la hora de sentarse a la mesa; un compacto delicioso que acaba con el hambre matinal en tres bocados.

El pan con chicharrón reúne a generaciones enteras cada fin de semana y es una excusa perfecta para comenzar un domingo reunido en familia.

Es, además, la vedette de la sanguchería nacional. Una mezcla de sabores y aromas, de salados y dulces, ácidos y picantes. Acá el chancho no viene solo. Aparte del chicharrón, está el camote, frito en la propia grasa del cerdo, y la salsa o zarza criolla, que no es más que cebolla picada en corte a la juliana, ají amarillo, jugo de limón, hojitas de hierbabuena y su pizca de sal. Todo dentro de un pan francés, necesariamente crocante.









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